Eclecticismo


Bueno, después de mucho tiempo les vuelvo a escribir.

Lo que sucede es que he estado tan ocupado que ya me queda muy poco tiempo para cualquier otra cosa fuera de mi trabajo.

Pero el día de hoy alguien me hizo recordar que además de respirar y trabajar, también se escribir. Así que aprovechemos mientras aún recuerdo como se hace.

Creo que lo primero sería dejarles saber el por que de mi denotada ausencia.

Desde hace unos meses ya, me gradué como psicólogo y fui exprimido cual barro hacia el mundo laboral.

Para mi suerte trabajo desde hace mucho y no me costó mucho tiempo adaptarme a mi nueva situación. Sin embargo, como es usual en mi, no podía quedarme en paz, y ahora no tengo uno, si no tres trabajos simultáneos según el horario.

Son los siguientes:

1.- Por la mañana temprano, me levanto con un café bien fuerte, y me dirijo a el hospital psiquiátrico de SALME, donde soy cooterapeuta en la clínica de Afectivos de Consulta externa. Lo cuál significa recibir diariamente una serie de personas con diferentes tipos de depresión y problemas emocionales que les arrebatan las ganas de seguir adelante. Mi misión aquí es la de asegurarme de que éstas personas recuerden que vivir vale la pena, y que sigan al pie de la letra el tratamiento que les fue asignado.

Podría sonar como algo deprimente, pero la verdad es un trabajo interesante, lleno de sorpresas y retos que me mantienen a la expectativa de lo que me voy a encontrar cada nuevo día en mi consultorio.

!Me encanta!

2.- A medio día, dejo mi bata y mi título en el consultorio para dirigirme a la "Escuela de Gran Clase Etiqueta y Protocolo" donde soy Director de Social Media.

Este trabajo a pesar de haber llegado a mi vida de manera intempestiva, tiene una historia de mucho tiempo.

Mi primera tesis trataba acerca de la imagen pública. Misma investigación donde la que es ahora mi jefa, se encontraba en mi bibliografía. La Sra. Cecilia Chalita. Una imagóloga espectacular que presidió varias conferencias en las que me escabullí.

Años después, el dueño de la Escuela de gran Clase y esposo de la Sra. Ceci, fue a mi universidad a ofrecer un puesto para un publicista, que se hiciera cargo de hacer la promoción de la escuela.

Una maestra que sabía de mi interés en el trabajo de la Sra. Ceci, me dio aviso de inmediato y me dijo "Aarón, este trabajo es para ti, llámalos ya!" Así que así lo hice... Al siguiente día me dieron una cita, y el siguiente lunes ya estaba trabajando.

Estuve más o menos 3 meses como publicista ideando un plan para promocionar la escuela a través de medios virtuales, el cuál fue un éxito y me ascendieron al puesto que ostento actualmente. (Info en www.cecichalita.com )

Conozco una infinidad de personas diariamente, y hago gala de la mayoría de mis conocimientos tanto de diseño como de psicología. Realmente estoy muy contento y por sobretodo, he sido acogido con mucho cariño por todos los miembros de la institución, al grado en el que ahora formo parte de una familia de la cuál estoy orgulloso de formar parte.

!Me encanta!

3.- Mi tercer trabajo ocurre en la Tarde-Noche, el cuál es de Diseñador Gráfico en Creatos. Lugar que he mencionado copiosamente en mis otras entradas al Journal.

Hoy en día además de mi función como creativo y como diseñador gráfico, intento especializarme en el diseño de Pag Web. Algo que cubre una necesidad que desde hace mucho que se había identificado en la oficina.

Me ha costado mucho trabajo ya que trabajo según al pragmatismo, pero poco a poco voy ganando habilidades que antes no tenía, y estoy seguro de que pronto podré hacer cosas espectaculares.

y pues... !Me encanta!



Esos son mis tres trabajos además de salvar a Ciudad Gótica por la noche, así que como comprenderán, mi tiempo se ha vuelto escaso hoy en día.

Sin embargo, aún así he tenido algo de tiempo para darme una vuelta por este espacio, para hacer uno que otro dibujo. Aprender una nueva canción en la guitarra, hacer un nuevo amigo, y bueno, mantener mi alma alimentada.

Aunque hay algo cierto en mi situación actual: Me he vuelto un poco solitario.

En mi trabajo intento ser un profesional, por lo que socialmente me he visto muy limitado.

En cambio, he desarrollado un verdadero gusto por llevar un diario.

Siempre me consideré incapaz de llevar una agenda, y mucho menos un diario. Pero hoy por hoy, creo que es lo único que me mantiene cuerdo.

Se trata de un espacio donde puedo hablar de mi para mi, un lugar elegido cuidadosamente, desde su diseño y sus dimensiones, hasta la tinta que utilizo para plasmar mis pensamientos que espero que alguna vez sean leídos en un futuro distante por alguna persona que no me conozca y se entere de que alguna vez existió alguien que colocó todas sus meditaciones y problemas en unas hojas cargadas de momentos y deseos.

Quisiera decirles, que llevar esta actividad me ha cambiado la vida.

Me ha ayudado enormemente a sobrellevar mi soledad, y a aprender a vivir conmigo de una manera pacífica.

Si lo leyeran creerían estar leyendo el diario de un esquizofrénico, ya que el formato también es muy peculiar, ya que se desarrolla a manera de un diálogo con un ente que sólo los que me conocen profundamente podrían identificar. Me digo, me contesto, me cuento, me escucho, me aconsejo, me grito, me regaño! en fin... Todas mis meditaciones y diálogos internos plasmados de manera externa en algo que le da orden a mi vida.

Es como si mi cabeza fuera un cuarto desordenado en el cuál no pudiera concentrarme ni hacer nada correctamente. Después, simplemente, me escribo... Me digo todo, y platico conmigo mismo durante un largo rato. Y de esta manera ordeno todos los objetos de esa habitación. Son los mismos objetos, sólo que puestos en orden, lo cuál me permite por fin concentrarme y seguir adelante.

Como dije, entre tanto que hacer diario, es lo único que me mantiene cuerdo.

Aunque eso si. Yo no soy de los que se engañan. Por más que digan lo contrario, cuando uno escribe algo, es para que lo lean (justo como hago ahora mismo). Y de ese modo, mi diario es para ser leído. Sin embargo, mi deseo es que esto no ocurra hasta que yo oficialmente haya expirado.

Es extraño pensarlo, y aún más decirlo, pero es como si escribiera una nota póstuma de proporciones épicas.

Más o menos me toma entre 3 y 6 meses llenar uno de estos cuadernos, los cuáles son, como dije, cuidadosamente seleccionados. No podría escribir en un lugar del que no me sintiera enamorado, y es así como elijo cada uno.

Soy muy escrupuloso en mi selección: Visito librerías, papelerías, o bazares donde siempre voy en busca de un pequeño cuaderno (transportable) él cuál me llame por mi nombre. Busco siempre tanto en diseño y forma, algo que me describa con sólo verlo. Un lugar donde vaciar mi ser y que sea coherente, un lugar donde al verlo la gente pueda decir: "Este cuaderno tiene que ser pertenencia de Aarón." Y de nadie más...

Después, como si fuera un ritual, elaboro (si es que no lo tiene) con papel un pequeño sobre desplegable donde guardar objetos significativos, boletos, cartas, monedas, yo que se, lo que sea que describa mejor un momento, y lo adhiero a la parte posterior.

Seguidamente, en la primera página hago una portada con un auto-retrato mío, que como siempre, está dibujado exactamente con la vestimenta y look que lleve en ese instante, para poder reflejar cómo lucía en el momento en el que comencé a escribir. Es un buen ejercicio para ver como cambio de forma con forme al tiempo.

Una vez que mi portada está hecha, traslado el retrato de Nora del diario anterior al nuevo, de esta manera siempre sabrán cuál fue el último tomo. Y después... Pues queda oficialmente inaugurado.

Siempre escrito con tinta china proveniente de un canutero (o pluma fuente si no estoy en la tranquilidad de mi casa) y por supuesto en cursiva.

Puede sonar demasiado ostentoso y complicado, pero así como uno no puede vivir en un lugar que no le guste, yo no puedo escribir en un lugar que no grite por todas partes que es mío. Así funciono.

De verdad, si puedo recomendarles algo, es que le den una oportunidad a esta actividad. Les prometo que hecha de manera correcta y seria, es una experiencia increíble, profunda, y sobre todo... Propia.

La palabra Inteligencia, es un compuesto del latín Inter (dentro) y Ligiere (Hablar), que significa literalmente, Hablar para adentro, o algo así. De manera, que alguien inteligente es de hecho alguien que puede hablar consigo mismo.

La capacidad de estar consciente de tu propia existencia, lleva también a la de estar consciente de de tu propio pensamiento. Cuestionarlo, confirmarlo, expandirlo...

Escribirte, desarrolla en ti una habilidad para comunicarte con tus propios constructos, a meditar de una manera que la mayoría de las personas prefiere ignorar. Hablarte, es la manera más grande de abrir paso a la razón, misma que nos identifica como especie incluso.

Y bueno en mi caso. Me ayuda a estar solo.

En fin. En realidad, no podría contarles todo lo que me sucedió este año pasado, ya que fue a mi parecer, uno de los más eclécticos que he pasado en mi vida. Lleno de experiencias, lleno de emociones, de personas, viejas y nuevas, lleno de arte, y lleno de situaciones que hacen que crea que mi vida en verdad vale la pena.

Todavía no encuentro quien quiera compartir todo esto conmigo, pero ahora me siento capaz de simplemente seguir viviendo, y bueno, para quien lo quiera tomar, podrá llevarse a manos llenas, una vida que planeo regalar sin reparo, pues hoy más que nunca estoy más seguro de lo que significa el amor para mi.

Este año, mi propósito es el mismo. Quiero ser lo que la gente llama "un milagro" para los demás. Convertirme en un tesoro para aquellos que miren un poco más allá y aprecien lo que este humilde servidor quiere obsequiar sin pensar mucho.

Tengo frente a mi, una aventura que no termino de vivir día a día. Y que gustosamente compartiré para quien por voluntad, decida acompañarme.

Este año, como en todos lo anteriores, y en todos los venideros, soy su amigo incondicional y por sobre todas las cosas:

Aarón (Kundu) del Castillo

Tutorial de Predicción literaria


La verdad es que tuve algunos problemas para poder elegir que tipo de tutorial iba a escribir, pero a fin de cuentas me decidí por éste. Pensé en hablarles acerca de alguna guía ortográfica, o algún truquito para elaborar un buen gancho en una historia, pero luego pensé "nah, eso sería demasiado predecible" Así que la idea vino a mi mente de inmediato.

Por tanto aquí les presento un tutorial (creo yo interesante) de cómo lograr una predicción literaria, de manera que al mismo tiempo podamos volver nuestros textos menos predecibles.

Este tutorial parecerá de pronto dirigido hacia los guionistas, pero aunque haga muchas referencias al guionismo, no me concentraré en la cuestión visual, ni a los tipos de tomas, ni nada por el estilo. Esta guía funciona para aquellos fans del cine, o de la literatura pura y dura.

Nota: Realmente no me considero un experto literato y las opiniones expresadas a continuación son personales y basadas en el pragmatismo. Aquellos en desacuerdo, pueden dejar de leer ahora.

Entremos en materia pues:

Seguramente alguna vez te has encontrado viendo una película o leyendo algún libro, historieta, cuento, lo que sea, y de pronto dices "Este personaje se va a morir" o por el contrario dices "nah, éste no se puede morir es imposible" Sólo para darte cuenta de que te encuentras en lo correcto y dicho personaje efectivamente se muere o no.

Ahora, lo importante no es que te diste cuenta ya que se encontraba ensangrentado y agonizante, sino que lo pensaste media hora antes de que sucediera. La pregunta aquí es: ¿Por qué?

¿Cómo es que llega a nosotros esa sensación de que aquel personaje "mala leche" se va a morir? O que de pronto digas "!No! ¡!Este personaje no se puede morir!!"

Bien, pues permítanme decirles que la sabiduría no llega con la respuesta, sino cuando nos hacemos la pregunta correcta.

Así pues hay que preguntarnos ¿Qué pasaría con la historia si efectivamente me equivoco y no se muere? ¿A caso no es una necesidad para el guión que este personaje sobreviva, o muera? ¿Podría ser de alguna otra manera? ¿Cuáles son las implicaciones de que dicho suceso pasé o no?

Todas las preguntas anteriores son dirigidas al SENTIDO DEL GUIÓN

Entonces hay primero que definir el sentido del guión al que estás siendo expuesto.

Existen copiosos géneros literarios, pero por lo pronto vamos a centrarnos mayormente en dos: La comedia, y la Tragedia.

No importa si es Ciencia ficción, Drama, Terror, etc… la mayoría de las historias pueden ser acomodadas en una comedia o en una tragedia.

Con Comedia no me refiero a que tenga que dar risa, muchas obras consideradas comedias francamente no causan gracia. La comedia se caracteriza porque sus personajes protagonistas se ven enfrentados a las dificultades de la vida y por ello las confrontan movidos por sus propios defectos hacia desenlaces felices donde se hace escarnio de la debilidad humana.

Muchas otras definiciones insisten en que dicho objetivo se logra por medio de la risa, y tienen razón. Sin embargo, lo que yo quiero señalar, es que la mayoría de las historias, están movidas por la esencia antes mencionada, donde el personaje principal se enfrenta a las dificultades que se les presentan haciendo uso de la confrontación de sus propios defectos.

Este patrón se deja notar en casi cualquier historia, sin importar su género.

Por cuestiones de comodidad y similitud, lo llamaremos simplemente Comedia o Tragedia.

En este caso, si en un filme, el protagonista viene de un pueblito Ninja, donde el "malo" mató a toda su estirpe excepto a él, y años después decide ir en busca de la venganza de sus familiares, y en este proceso se da cuenta de que sus habilidades son insuficientes y necesita entrenar, buscar un maestro, entrar a un torneo, o algo, blah blah blah. Para que al final nos encontremos con una batalla final y emocionante entre nuestro protagonista y el "Bad guy" donde nuestro protagonista resulta vencedor y mata a su enemigo, o simplemente le enseña una valiosa lección. Entonces nos estaremos refiriendo a una Comedia.

La tragedia por otra parte, es una forma dramática cuyos personajes protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa, inexpugnable e inevitable contra el destino.

Si por el contrario con encontramos con este mismo protagonista, donde en su búsqueda de venganza mata accidentalmente a su persona amada, sólo para darse cuenta al enfrentarse con su enemigo, que éste es su verdadero padre y que por eso lo dejó con vida. Entonces nuestro protagonista tiene un conflicto entre matarlo o no, y decide que efectivamente su padre debe morir pese a que secretamente lo estuvo cuidando todo el camino, ya que su mera presencia en el universo es algo inherentemente dañino para la humanidad y nunca dejará de ser malo. Luego lo mata mientras lágrimas bajan por su mejillas, y dado que en algún punto mató a su amada, aunque el protagonista hizo lo correcto y salvó al mundo, se quedó solo. Entonces aquí nos estaremos refiriendo a una Tragedia.

Existen innumerables variaciones a lo que menciono anteriormente, pero la mayoría de las veces las historias van a encajar de alguna manera en una de éstas dos descripciones, o en ambas.

La razón por la que es importante dividir las historias en éstas dos vertientes, es porque de ésta manera nos hacemos de un norte hacia el sentido del guión.

Si has identificado que el guión es más bien una tragedia, entonces puedes llegar a la conclusión de que es probable que el protagonista termine muriendo o cometiendo una equivocación grave.

Si por el contrario, identificas el guión como una comedia, es más que probable que el protagonista sobreviva a cualquier embate y terminé por encontrar una solución productiva y adecuada para su situación y la de los que lo rodean.

Muy bien, ahora que nos hemos dado a la tarea de saber identificar si nos enfrentamos a una comedia o a una tragedia, entonces podemos ir a cuestiones más complejas.

En la literatura, existen diferentes arquetipos dentro de los personajes. Por citar algunos ejemplos, tenemos al Valiente, al Cobarde, el personaje misterioso, el Bonachón, el inocente, la doncella en peligro, o incluso la Feme Fatale, tal vez cientos de arquetipos a ser reconocidos. Dichos arquetipos suelen tener una función específica dentro de la historia, y es importante reconocer cuál es cuál.

Cada personaje a su vez, tiene su propia línea a seguir. Es decir, un personaje secundario puede estar viviendo una tragedia mientras que el personaje principal puede estar viviendo una comedia. Puede ser viceversa, o puede suceder que la historia de uno de los personajes, sin importar si es secundario, principal, o incidental, transforme su sentido de tragedia a comedia, o al revés.

Como ejercicio, elijan sus películas favoritas, o sus historias predilectas, e intenten clasificarlas como una comedia o una tragedia.

De esta manera se puede mesurar la importancia de un personaje y su dispensabilidad dentro del guión. Diciéndonos la trascendencia que tendrá en la historia y el sostén que provee al argumento.

Es simple alguna veces. Si el personaje secundario de arquetipo cobarde, ha aparecido durante la historia como un obstáculo entre el protagonista y el objetivo, y su perfil psicológico es más bien negativo, con tintes de traición, es probable que dicho personaje perezca o reciba su merecido en algún punto.

Si el personaje secundario, es de un arquetipo valiente, y además tiene alguna habilidad de la que el protagonista carece y resulta esencial para el desarrollo del argumento, entonces dicho persona se mantenga dentro de la línea de la historia, y su trascendencia es mayor. Desde aquí se puede adivinar más o menos cuál es su futuro.

Bien, ahora hay que recordar algo sumamente importante:

NO NOS GUSTA ADIVINAR QUE SIGUE, y de la misma manera no nos agrada que como escritores nos señalen como predecibles.

Los ejercicios anteriormente dichos, son ejemplos de lo que contiene una historia simple y más bien genérica. Estas historias se pueden encontrar mayormente en las series televisivas con público infantil. Es por eso que conforme crecemos, dejan de impresionarnos las caricaturas, ya que adivinar que es lo que va a sucederse se convierte en algo sencillo, y es por eso mismo que series como "Remi" o "Candy Candy", no se consideran precisamente para un público infantil, ya que la trama es más bien trágica la mayoría del tiempo.

Los axiomas que mencioné con anterioridad, no son para generalizar la utilización de los personajes, ni para tachar a todas las historias de predecibles, sino para efectivamente evitar caer en estos paradigmas. Es nuestra labor como escritores la de convertirnos en autores impredecibles con argumentos y vueltas lo suficientemente interesantes como para causar sorpresa en el lector o espectador.

Kurosawa decía que con un buen guión, un director mediocre puede hacer una buena película, pero no al revés. Conseguirlo exige mucho esfuerzo (...) Lo fundamental es que debe cautivar y sorprender al lector.

Es por eso que me he tomado el tiempo para elaborar un tutorial acerca de cómo predecir eventos literarios, ya que es la manera en que creo que puedo ayudar a evitar ser predecible.

Cabe mencionar, que mi profesión no es la de escritor, sino la de Psicólogo y soy más psicólogo que literato. Sin embargo, como en todo, hay una manera de explicar lo mismo desde varios ángulos. Así que esta es la opinión de un psicólogo con gusto por la literatura.

Ahora vayamos a mi área.

Ya dividimos las historias entre comedias y tragedias (de manera esencial solamente) Ahora vamos a la psicología del escritor y del lector.

"La lectura sólo ocasionalmente es visual, gran parte de lo que un lector eficaz lee NO LO VE, lo entiende, lo percibe, gracias a su conocimiento del mundo. Y esto lo corroboran las teorías sobre comunicación e información y algunos experimentos científicos sobre la percepción ocular de las imágenes." (Smith, 1984)

Lo que la doctora Smith quiere decirnos, es que la mayoría de la información que obtenemos de nuestra comprensión de la historia, no es visual, sino algo que se percibe de manera casi inconsciente, no literal, sino casi insinuada.

Por ejemplo, en una película, el mejor amigo del protagonista le dice que se va a hacer cargo de todo, que no se preocupe y que él vaya a salvar el mundo. Sin embargo, segundos antes de despedirse, dicho personaje lo mira de una manera sarcástica o ligeramente amenazadora. Este sarcasmo, o esta amenaza no se mencionan jamás, sino que son percibidas por el espectador/lector.

De la misma manera, existe algo que se llama coherencia.

Esta coherencia de acción y reacción pude ser tomada de manera literaria también. Si este personaje (el mejor amigo del protagonista) voltea a ver "feo" a su amigo, dando a entender que tiene alguna intención oculta, y al final nunca supimos en realidad por qué lo volteó a ver así, entonces se da una incoherencia en el personaje. De la cuál el espectador suele darse cuenta y nos deja con una duda, o simplemente con la sensación de que hubo algo de lo que no nos enteramos, y por tanto un cabo suelto.

Esta misma coherencia, se toma para la trascendencia de las acciones de los personajes. Es decir, aunque un personaje sea secundario o incidental, tiene un grado de protagonismo. Si ese protagonismo es grande, entonces su trascendencia debe ser igual de grande. Si por el contrario, el protagonismo de un personaje secundario es pequeño, su trascendencia debe ser proporcional.

Una falla en este último punto provoca un desasosiego en el lector.

Hagan un ejercicio y busquen un personaje secundario al que se le haya dado más protagonismo del que en realidad necesitaba. Si yo tuviera que escoger alguno popular, sería Hagrid de la historia de J. K. Rowlling.

Esta incoherencia, hace pensar que dicho personaje debía haber tenido una trascendencia mayor, y muchas veces nos encontramos con que simplemente se muere, o no vuelve a ser mencionado. Recuerden que cada acción, personaje, objeto, frase, debe ser justificada con una utilidad.

Así mismo, existe una especie de patrón en cuanto a la percepción del lector y del escritor. Un sentido oculto de "justicia" y "equilibrio universal" de la que se encuentra plagada la literatura.

Cada personaje, o acción, debe tener una consecuencia coherente, o de lo contrario el lector se siente atacado (psicológicamente su lógica es desafiada). Si dicho desafío no es manejado de manera adecuada, el espectador pierde el interés.

Veamos un ejemplo: El Villano de nuestra historia lleva años elaborando un plan maestro para conquistar el mundo. Y cuando el protagonista llega a detenerlo, después de una batalla épica, pierde miserablemente ante el poderío del villano, y muere al instante. Como consecuencia el villano gana, y conquista el mundo. Fin de la historia.

¿Cómo los hace sentir esto?

Normalmente, un desenlace así provocaría un sentimiento de pérdida, o al menos de inutilidad. Inutilidad referida al protagonista, del cuál seguimos su historia, seguimos su proceso, su conflicto, sólo para llegar a la conclusión donde todo lo que hizo no sirvió de nada.

En este caso, el protagonismo del nuestro personaje principal está injustificado. En todo caso el villano tiene más protagonismo. Esta es precisamente una cuestión clave.

El villano no es otro personaje secundario, sino que es otro protagonista llamado "antagonista". Y dependiendo del grado de protagonismo que se le de a este villano entonces podemos predecir su futuro.

Existen cuantiosas historias donde nuestro protagonista es de hecho el verdadero villano. Pero ya que el autor nos ha hecho seguirlo durante todo su proceso, entonces se desarrolla ese sentido de "justicia" invisible, que nos dice que de alguna manera queremos que se salga con la suya. En este caso el Antagonista es el héroe.

Dependiendo el grado de empatía que el autor nos haga sentir acerca de uno sus personajes, entonces sabremos cuál es su trascendencia. O si en todo caso le ocurrirán cosas buenas, malas, o si se saldrá con la suya.

Revisen la historia del famoso manga "Death Note" es un gran ejemplo para lo que se menciona.

Otro ejemplo a manera de ejercicio, es intentar adivinar cuál va a ser el futuro de algún personaje de una serie televisiva, de esas que van por temporadas y no tienen un final definido.

Muchas veces nos vemos en la situación en la que no podemos estar seguros de que chica se va a quedar con el protagonista masculino (la mayoría de las veces porque ni siquiera el guionista lo sabe).

Ambas mujeres han tenido sus altibajos, ambas han demostrado ser lo suficientemente buenas, y francamente ambas parecen merecer encontrar el amor verdadero. Si en esta situación de igualdad, el protagonista simplemente elije a una sin dar mayor explicación, entonces la otra pasará a sufrir. Buenas noticias para los que estaban de parte de la ganadora, pero para los que no, entonces lo considerarán injusto y una agresión a su lógica.

La manera en que el autor evita esto, es simplemente desequilibrando la balanza. La primera en cometer un error, la primera en cometer un acto negativo, entonces comienza a perder, pues el sentido de "Justicia" perceptual indicaría entonces que es injusto que se quede con la protagonista que no es tan buena como la otra.

De esta manera por ejemplo, es como en muchas de las historias, el enclenque bien intencionado le gana al galán presumido en la contienda por la damisela. Personalmente creo que Cuasimodo debía haberse quedado con Esmeralda (jaja).

Ahora, hay que admitirlo. ¿Qué hay de interesante en una historia predecible?

Este sentido de equilibrio, y de justicia, está hecho para romperse. Sin embargo debe romperse de una manera inteligente.

Scribner dice: "Una historia que no tiene conflicto no es una historia. sube a tu héroe a un árbol, tírale rocas, tírale rocas mayores, tírale al suelo. La base de nuestro drama son las piedras que le tiramos. Hay lucha, una gran cantidad de obstáculos que pasar, y el equilibrio entre la vida y la muerte es delicado.

Tal como Jack Benny dijo una vez: "Si es siempre interesante, es siempre bueno". El conflicto hace las cosas interesantes".

Así que siempre hay que tener tu conflicto bien establecido. Y jugar con él. Siempre hay que observar que clase de historia está llevando cada uno de tus personajes y darles el protagonismo adecuado, sólo para después otorgarles una buena vuelta de tuerca que sorprenda al lector.

Hay que buscar siempre la manera de que el futuro de nuestros personajes sea impredecible, pero que no agreda la lógica del espectador. Y con esto no me refiero a que un personaje segundón no pueda volverse de pronto el protagonista, sino que éste de la nada de pronto mate el protagonista sin más ni más. ¿Ven? hay una diferencia.

Causar desasosiego en el espectador es una cuestión muy importante para cautivarlo y ganarnos un "!Eso no me lo esperaba!" Lo cuál les aseguro, causa una satisfacción difícil de describir.

Es por eso que les dejo unos cuantos tips, unos para la predicción, y otros para la impredictibilidad:

PREDICCIÓN

1.- Define si la historia apunta para ser una comedia o una tragedia.

2.- Un pequeño análisis literario rápido te da un norte:

–Determinación del tema: Ver que tan trágico o Cómico es.

–Determinación de la estructura: Ver que clase de estructura tiene (Gancho, desarrollo, climax, y desenlace, o sus variaciones)

–Determinación de la forma: Que tipo de historia es? Ficción, Drama, Terror, etc.

– Caracterización de los personajes: Mide su nivel de protagonismo y Karma.

Puede parecer complejo, pero realmente toda esta información llega a nosotros de manera casi automática mientras observamos o leemos una historia. La cuestión está en hacernos la pregunta correcta.

IMPREDICTIBILIDAD

1.- Define si la historia es una comedia o una tragedia. Luego haz que parezca lo contrario.

2.- Esconde bien las pistas de tus acertijos, no hay nada peor para un lector que haber resuelto el puzzle a la mitad del cuento.

3.- Tu conflicto es lo más importante dentro de la historia, tener varios conflictos lo hace más interesante, y hacer que tus conflictos crezcan lo hace aún mejor.

4.- Como regla general: TODAS LAS DECISIONES Y RESOLUCIONES DE TU PERSONAJE DEBEN DIRIGIRLO HACIA UN PROBLEMA MÁS GRANDE. (no se como enfatizar lo suficiente en este punto, pero es primordial) Los problemas de un protagonista o antagonista crecen exponencialmente hasta llegar a un punto CRÍTICO donde se resuelve o no el conflicto.

5.- Jugar con los sentimientos del espectador te abrirá muchas puertas.

Con esto termino este tutorial, y espero que sea de la utilidad que deseo. Así mismo espero haberme explicado con la suficiente claridad, de no ser así, pueden comentarme cualquiera de sus dudas (sean amables).



(Tutorial elaborado ex profeso para Obra en Proceso

http://obra-en-proceso.deviantart.com/)



Kundu del Castillo

Recuerdos de mi presente

Hoy tengo tanto que decir, que no me voy a detener hasta que caiga dormido, o hasta que mi hora de acostar sea inminente o poco práctica para levantarme al día siguiente.

Primeramente, estoy contento, hoy hice algo que me llenó y me hizo sentir orgulloso.

Pues dejen les cuento que hoy fui a un centro de cirugía reconstructiva que no queda lejos de mi casa. Mi maestra de trastornos de la comunicación nos dijo, a un par de compañeras y a mi, que fuéramos para visitar las instalaciones y ver como es la atención de los pacientes en esa área.

Mi mentora tenía labio leporino, tuvo su operación y ahora goza de una pronunciación excelente y hasta es considerada atractiva. Así mismo, es la labor que hace es admirable, pues comprendiendo la situación en que se encuentran los niños que nacen con este defecto, se dedica a rehabilitar y operar a dichos infantes para que corran con la misma suerte que ella. Es realmente de respeto.

Donde entro yo? Pues a pesar de que la maestra hace un trabajo maravilloso con esos niños, no tiene una formación psicológica, ya que ella es médico. Así que me ofrecí a dar terapia a niños con esta malformación, y de paso ayudar al trastorno comunicativo que presentan en su mayoría.

Hoy me tocó atender dos niños. Fátima de 3 añitos, y Alexander de 9, ambos con su labio leporino ya operado, pero con dificultades en la pronunciación de la S, y R.

Estaba de lo más nervioso al principio, una cosa es dar terapia a gente mayormente autómata, que entiende que está contigo porque tienen algún problema, o que realmente necesitan ayuda. Eso da como resultado un respeto inherente (la mayoría de las veces) a tu posición como terapeuta. Pero para los niños...

Los niños son distintos, ellos están lejos de entender que tienes una formación y años de estudios. Que sirves para ayudar, y que de su cooperación depende su mejora. No, los niños te ven como un adulto extraño que habla y viste chistoso, al cual, como desconocido, le tienen una reserva temerosa de entrada. La empatía se trabaja de manera distinta, pues no te ven como un profesional, sino como otra persona más. En especial en edades tan reducidas como esta.

Así que mi maestra, me dio a mi primer niño, me dijo qué era lo que tenía que trabajarse, el material, me persignó, y "Buena suerte Aaroncito". Estaba por mi cuenta.

Imaginen, uno no sabe que se puede encontrar en la mente de un niño de bajo recurso y con una historia probablemente escabrosa! Podría no se... Morderme!!! jaja Debieron haber visto mi cara. Ni siquiera cuando atendí a mi primer paciente psiquiátrico me sentí tan nervioso.

Fátima fue la primera. Y pues resultó, que era muy bien portada. Primero me miró con recelo, y creo que podía oler mi nerviosismo. Pero al final, respiré, me calmé, puse mi mejor sonrisa, adecué mi voz lo mejor que pude, y comencé a trabajar.

Dicen que hay que saber utilizar tus recursos. Sin supervisión de mi maestra, tenía que arreglármelas solo. Contaba únicamente con unas tarjetas con figuritas, un cuaderno, un lápiz, y unos colores. Así que de inmediato mi ardilla echó a andar y pensé "¿Qué cosa se hacer bien?". La respuesta emergió con forme vi mis instrumentos: Dibujar.

Resultó ser un éxito. Por medio de esta estrategia, capté de inmediato la atención de mi paciente. Dibujando cosas que comenzaran con R, y practicando la fonética con cada trazo que hacía. A Fátima parecía encantarle sólo verme dibujar lo que me pedía. Lo había logrado, el Raport, y la Terapia.

Si funcionó una vez, funcionaría una segunda. Así que con Alexander hice algo parecido, pero esta vez más a conciencia. Dio resultado inmediato. Le gustaban los personajes de disney, y no son mucha complicación. Y así, duré toda la mañana.

Más de dos horas con cada paciente. Me sentí orgulloso, cosa que acrecentó cuando la maestra me felicitó por mi trabajo y me dijo que había roto record en duración. Me dijo que yo parecía tener una conexión especial con los niños en general y que me iba a ir muy bien. Que mi habilidad me proveía de una fuerte herramienta terapéutica que no debo desperdiciar.

Ha sido una experiencia encantadora.

La verdad es que no es mi área, educación especial simplemente no estaba en mis planes, terminé ahí casi por error. Pero algo es cierto en sus palabras. Desde que tengo memoria, los niños me buscan mucho. No se, les caigo bien sin hacer mucho esfuerzo. Es algo verdaderamente raro, es como si ellos supieran algo que yo no.

Definitivamente hice la mejor elección de mi vida al escoger mi carrera en la mente de todos ustedes.

Me sentí tan pleno, que volví a casa temprano, y me propuse devorar la mitad restante del libro que llevaba abandonado un rato. "El psicoanalísta". Un par de horas bastaron y lo terminé....

OMFG!!!! Está buenísimo!!! Lo que le sigue!!!! ajem... (compostura). Si como les decía, es una lectura estupenda, una trama bien llevada con una narrativa excelente, que realmente no te cansa en ningún momento. La sucesión de eventos no se siente forzada, sino que fluye a buen paso y segura. Como si el escritor hubiera imaginado todo en su cabeza, y simplemente lo hubiera plasmado. No se inventó ninguna parte, sólo lo escribió tal y como apareció su idea en la mente. Buenas vueltas de tuerca, buenos personajes, buenos diálogos.

El vocabulario, a pesar de utilizar terminología especializada pues se trata de un psicoanalista, es muy amable con cualquier tipo de público y se disfruta. No deja que ningún termino muy rimbumbante quede sin ser explicado, y dicho lenguaje técnico, es más bien un factor de nostalgia para un psicólogo lector. Lo disfruté cada momento. Se los recomiendo enormemente. Ahora a ver cual libro me agarro, ya me acabé los de mi librero y este era prestado, así que iré en busca de alguno a la librería, o robaré alguno de la casa de alguien más jojo.

Sin embargo...

No todo ha sido miel sobre hojuelas. Hay algo en mi, una punzada constante que me distrae. Un pequeño escozor que no me deja ignorarlo. Hay algo en mi estructura mental y emocional que se siente fuera de balance. Algo inefable, algo indeterminable. Creo que son mis memorias.

Disfruto de mi soledad, y al mismo tiempo no puedo vivir con ella. Es un juego de ir y venir, que regodearme con mis logros, y de lamentar no poder compartirlos con alguien. Es ver la hermosura del mundo, y pensar que esos momentos de total armonía o de belleza inusitada son un regalo para mis ojos, y así mismo, tener la esperanza de poder tener a alguien cerca, y poder decir ¿Estás viendo lo mismo que yo?

He crecido y por obviedad, soy alguien diferente. Pero a la vez soy el mismo. El mismo armazón cubierto de diferentes cosas. Las circunstancias te cambian, siempre te cambian, entiendes, comprendes, rechazas, te das cuenta de la realidad de las cosas mientras caminas, y gracias a eso, a veces, tienes que sacrificar aspectos de ti mismo para poder dar lugar a nuevas manera de ser.

Los recuerdos son los que me agobian en veces...

Me recuerdo caminando, y el mundo siempre parecía tener un filtro puesto en mis ojos, donde las cosas se movían de manera más lenta, donde los colores parecían resaltar como cuando la humedad de la lluvia vuelve las cosas de un color más intenso. Recuerdo un clima perfecto, causado por mi humor y no por el sol. Recuerdo, que todo cuanto veía, tenía un poco de toda esa belleza que tanto me empeño en buscar. Es como si antes fluyera a través de mi alma, y hoy tengo que ir a buscarla.

Tiene sus pros y sus contras. Antes era un hombre mayormente triste. Me gustaba estarlo de cualquier forma. Escrito tras escrito, dibujo tras dibujo salían a borbotones de mi yemas. Y cualquiera con un poco de gusto, apreciaba mis obras. Pero... Quien desea estar triste por siempre?

Hoy, por otra parte, veo la belleza, pero parece ser que de una manera más compleja que antes. La felicidad y la hermosura tienen ahora más piezas que hace tiempo. Como si armara un rompecabezas de mil piezas, en vez de uno de cien para armar la misma imagen. Pero esto no es algo necesariamente malo. Con cada pieza, se disfruta más el camino, y con cada nuevo rompecabezas armado viene una satisfacción más duradera. Es sólo que es inequívocamente más complicado.

Las personas que conozco también parecen haber cambiado. Antes de alguna manera, lograba encontrar siempre a aquellos que veían el mundo de una manera parecida, o al menos cercada a mía. Personas con un sentimiento artístico que las hacía brillar por así decirlo.

Hoy en día, observo el brillo, pero maldita sea, Está en todas partes!!!

Sin embargo, no puedo dejar de pensar que desluce un poco ante la posibilidad de tener un tipo de arte concreto en el cuál resguardarse.

Tengo estos recuerdos, de mi, escribiendo cadáveres exquisitos, hablando en prosa de una manera tan suelta, que parecía mi voz nativa. Recuerdo conversaciones enteras habladas en metáfora, cosas que significaban exactamente lo que quería decir, y si el mensaje llegaba exacto o algo distorsionado, estaba bien de cualquier forma. Había tanto arte crudo en aquellas palabras.

Recuerdo que nada importaba en esas fechas, mientras el arte y el amor prevalecieran en mi vida. Podía pelear con quien fuera, y este perdería por ignorante y no por enclenque. Eran épocas donde defender en lo que uno creía, era un actuar natural y poco meditado.

Eran días donde llovía... Siempre llovía.

Y el olor a tierra mojada es lo único que parece prevalecer hoy en día.

Ya no he encontrado a personas como esas... Tan... Sensibles, tan poéticas, tan enamoradas del universo como yo lo estoy. Al menos ya no me comunico con ninguna, no así.

Se que están ahí afuera, se que están leyendo esto. Pero mi pregunta es, ¿Por qué las extraño entonces?, ¿Por qué no se donde quedaron?, ¿Eres tú acaso?

¿Si soy feliz? Si, la verdad es que si lo soy.

Alguien sabio que vivió en Alaska durante un año, escribió antes de morir:

La verdadera felicidad sólo es verdadera cuando se comparte.

Bueno, hoy en día tengo mucho que dar.

Buenas noches.

Su amigo por sobre todas las cosas Kundu del Castillo

El libro de paja


Debajo de las gotas de mi regadera, pensé y pensé en las fortuitas desventuras por las que mi alma pasa.


Y es la segunda vez, desde entonces, que me encuentro saludando de nuevo al frío piso de la ducha, que en realidad es más cálido que mis pensamientos.

Gota a gota, tallada tras tallada, rasguño tras rasguño... lo que intento es limpiar mi alma.

No me queda norte ni rosa que me guíe, sólo mi persona que brota con mi tristeza, y después de tantos años, sigue siendo la única que acompaña mis noches. Tal vez mi promesa se cumpla sólo con ella.

Tal vez fue eso, que no pasamos una noche entera, el sello infinito que siempre dije honrar, pero fueron más mis ganas que mis acciones supongo. O tal vez fuiste tú, que desde un principio lo supiste.

El agua cae duramente en mi rostro, como bofetadas por cada vez que fui inocente, en que creí, en que soñé, en que me atreví a pensar bien, para variar.

Me ahogo con aire, que mueve la brisa y el rocío hacia donde mi rostro no soporta una historia más. Todas escritas con mi puño débil que ansiaba escribir sólo una. Pero en vez de eso, se dedica a llenar página tras página, con letras que sólo significan algo para mi, y que después de leerse, sólo dejan a la imaginación el terrible destino que debe estar pasando su autor. El sufrimiento, sin duda, que arde en mis dedos.
Cuatro mil hojas, todas hechas de paja. Es más o menos lo que traje a la vida, una historia sin protagonista ni conflicto. Lo único que se puede apreciar, es el clímax, el cuál fuimos expertos en prolongar.

(Sigue cayendo el agua) No soporto, no soporto mi peso, ni el de aire a mi alrededor, y este piso tan frío y tan húmedo que deshace el libro que tengo en mis manos. Todas las promesas, se borran con la corriente, y todo el futuro se desvanece con cada hoja que el agua deshace al contacto.

Mi alma, no deja de gritarme, sonidos que ya conozco y que me gusta ignorar. Me grita verdades sin piedad, verdades que uno siempre sabe que lo mantienen a uno vivo. Pero ya es tarde, sin pena y sin gloria mi voz gana su guerra, y digo a lo alto el improperio que me viene a la mente. No ofendo a nadie de cualquier modo, sólo mi ser se siente ofendido, por haber creído tan ciegamente, por haber entregado mi garganta a semejante empresa. Lo aposté todo por esa tinta, y la paja que con ella se escribió.

No puedo evitar culpar a mis dedos, sutiles y a la vez descuidados, siempre en busca de una mano para el contacto. Culpo a mis ojos, siempre en busca de otros que buscan también, culpo a mi pecho por buscar albergar una vida como esta. Pero los culpo a todos a la vez, por haber dejado de buscar. Por haberse dedicado a escribir solamente, historias con final y sin principio, y principios sin finales donde morir. La culpa es mía por deshojar estas páginas.

Mis párpados a penas y pueden ver tras las gotas que los golpean, pero no importa, pues es un reto poder ver a través de una lágrima. De cualquier modo ya están lo suficientemente rojos, y sigue sin importar.

(Y el agua no se detiene) ¡Nunca lo hace! Cada día, cada historia sin antagonista, cada faceta de mi vida se escribe en este libro de paja, frágil, combustible, que no desea otra cosa que volverse piedra, tan sólo para evitar su erosión. Pero no, por ahora no. No importa cuan profundo llegues las uñas, no llegarán a mi alma, y no importa que tanta agua corra por mi cuerpo, esa misma alma no llegará a limpiarse. Sólo queda mi mente, que habla con mi corazón, para acusarlo de idiota, y para darle paz.

Así es mi libro de paja, grueso y bromoso, pero con nada dentro.

Sólo para Poetas




Tutorial Sólo para Poetas

Bien, después de haber elaborado un Tutorial para Cuento corto. Me veo en la necesidad (Personal) de hacer uno para poetas.
En lo personal, yo soy un sujeto de hechos, más que de abstracciones. Pero mi experiencia siempre me ha llevado a los subjetivos campos de la poesía…
Primero que nada, nos enfrentamos al mismo dilema que con los demás géneros. Hay que aprender a discernir entre los diferentes estilos de escritura artística.
La poesía desde su raíz etimológica significa “Creación”. ¿Pero creación de qué? Pues señores y señoras, Del mismísimo ¡Todo!.
La Poesía según Heidegger, es la instauración del ser por la palabra. Cuando nos referimos a “Todo” nos referimos precisamente a la existencia misma. Si nos ponemos un poco más platónicos la Poesía puede ser considerada como la manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra. Significando esto, que con la poesía describiremos la belleza de dicho todo (o al menos de lo que nosotros consideremos efectivamente bello) Como sea el caso, nadie puede decidir que es bello o no, y siendo ese el caso, todo es bello y punto, así que por lo tanto dejaremos instaurado que la poesía es la descripción de la existencia.
Ok, entonces ¿Eso significa que cualquier descripción que se me ocurra del mundo es Poesía? Pues idealmente así es. Sin embargo la diferencia de la poesía de las otras corrientes literarias radica en su forma y en la aproximación a la esencia de dicha descripción.
Tal y como en una factorización matemática, la poesía es la expresión mínima de lo que queremos decir o describir. Dejando de lado toda la paja literaria que los poetas pueden acusar a los cuentistas de tener.
Cuando hablamos de poesía estamos hablando de una expresión del autor acerca de cualquier cosa. En el cuento, aunque sea en primera persona, ese mensaje viene de manera sesgada, es decir, lo vivimos a través de otra persona, objeto o criatura. En la poesía somos nosotros los que estamos observando de frente la emoción y el mensaje del autor. De ahí su peculiar dificultad, pues el autor debe ser lo suficientemente hábil para transmitirlo sin encontrarse con una interpretación demasiado equivocada.
Pongamos las cosas en forma. Hay muchas maneras de escribir una poesía, y dependiendo de la forma en que hayamos decidido hacerlo la clasificación y dirección que se le tiene que dar al resto de la obra. Recuerden que existe el mismo problema que con cualquier otro género literario, hay que decidir qué es lo que queremos escribir y hacerlo, y no hacer una revoltura que termine por causar una confusión. Sólo que en este caso, en ves de pensar ¿Qué quiero hacer? (cuento, novela, guión) nos preguntamos ¿Cómo quiero hacerlo? (soneto, prosa, canción, haikú, etc.)
Sabemos de antemano que queremos escribir Poesía, bueno es hora de decidir de qué manera vamos a hacerlo.
Es muy común que nos encontremos dejando el alma en el papel, y después de leerlo nos demos cuenta que el texto comenzó siendo un texto poético lírico y después le agregamos un poco de prosa poética y rematamos con unas rimas que nos salieron casi por accidente. Esto es el error más común para los escritores independientes y viserales como lo somos todos.
Una vez que hemos decidido de qué manera nos vamos a expresar, es importante conservar la estructura para que al final podamos decir que le hemos dado “Forma” a nuestros pensamientos.
Existen una infinidad de estructura pre-determinadas para escribir una poesía, todos con sus nombres y sus reglas estrictas. Seguramente habrán oído de lo que es un Soneto: Un poema compuesto por catorce versos endecasílabos (de once sílabas) donde existe una rima consonante. Los versos se dividen en dos cuartetos y dos tercetos.
Esto es sólo una manera de la basta gama de estilos de la poesía. Casi dependiendo del lugar donde naciste, te aseguro que habrá un estilo distinto, pregúntale a los Japoneses con su Haikú y sus versos heptasílabos. Las posibilidades son enormes, y ciertamente demasiadas para ser mencionadas todas aquí.
Sin embargo, este tutorial se va a enfocar en la esencia de todo lo anterior dicho. La imagen.
Los diferentes estilos poéticos cada vez caen más y más dentro de los olvidados campos del arcaísmo literario. Hoy en día lo que los artistas buscan es sólo una manera de expresarse. Sin embargo la poesía no va a desaparecer, aunque sus corrientes tal vez lo hagan. En ese caso hay que concentrarnos en lo importante: LA IMAGEN.
Así es, los artistas gráficos pueden sentirse con un poco de ventaja, si es que su nivel cognitivo está lo suficientemente fragmentado como para dedicarse también a la escritura. Ya que la manera en que nos interesa transmitir un sentimiento es a través de la imagen. Dicho gráfico, al meno en este estilo literario se lleva a cabo por medio de los versos que estamos elaborando.
Debemos recordar que la poesía se convierte día con día en una rama del arte que se le denomina arte plástico, pues con plástico se refiere a la materialización del mensaje del autor en un medio (pintura, arcilla, mármol, palabras…) Dejando a la poesía en un producto cuya materia prima son las letras.
Nuestra finalidad como poetas entonces es, la de transmitir un mensaje o sentimiento, por medio de una imagen cuya construcción es a base de palabras, sílabas y versos.
Entremos por fin al área de los ejemplos. Les compartiré uno de mis poemas favoritos de toda la vida, de la mano de Iván Oñate, dice así:
“Pisoteado
Por la incandescente bestia
del desierto.

Un día busqué el amor.

Solamente sirvió para beber de sus ojos
algo más cruel
e insondable:

Otro desierto.”
-Iván Oñate “La ciudad de las tinieblas”

¿Qué podemos ver aquí entonces? ¿Qué nos está intentando decir el buen Iván?
Quiero que observen la construcción de este texto. No nos está narrando una historia, un cuento precisamente, no nos dijo:
“Una vez me encontraba en un desierto donde estaba sufriendo de sed y calor. Y me encontraba triste porque no conocía el amor, lo cual hacía todo mucho más complejo. Luego encontré a alguien a quien amar, una chava que me ofreció agua y me salvó la vida de la cuál quedé profundamente enamorado, pero la triste verdad es que ella nunca me correspondió, y desde entonces aprendí que ni el desierto más árido se puede comparar en magnitud y soledad que al de mi corazón no correspondido”
¡No! Él, en ocho versos nos ha dicho todo lo anterior. Con palabras que nos transportan a donde él desea y nos dicen exactamente lo que nos quieren decir. Con sólo mencionar la palabra “desierto” nos arroja a un mundo de calor y soledad, lo cuál no es así de literal, puede que nos intente decir que simplemente se encontraba sólo, y que esa situación lo “pisoteaba”.
Con decir “busqué el amor” nos dice que dicha situación lo llevó a buscar una salida casi profética que es el amor. El remedio a todos los males universales.
Remata diciendo: “Otro desierto” Y nos aclara que su búsqueda solo lo guió al lugar donde inició.
Se puede armar toda una historia de lo anteriormente dicho. Pero es precisamente lo que no nos interesa escribir como poetas. Nosotros vamos a la esencia de nuestro mensaje. Creamos una imagen en nuestro lector que sirva de símbolo de nuestra descripción.
Aquí damos entonces con otra palabra clave, el SÍMBOLO. Los humanos llevamos utilizándolos desde tiempos inmemorables, y de hecho la psicología nos dice que nuestra capacidad de atribuir un significado a un símbolo, es en gran parte lo que nos separa de el resto de las especies.
Las imágenes que creamos, las palabras y frases que utilizamos para crear poesía deben servir como un SÍMBOLO de nuestro mensaje.
Los hombres de las cavernas eran capaces de contar su historia por medio de unos monitos con unos palitos puntiagudos que se encontraban junto a lo que parecían unos mamuts. Observamos esta imagen y de inmediato nos viene a la cabeza una palabra: Cazar.
El poeta viene a hacer exactamente lo mismo. Los hombres de las cavernas no iban a dibujar una historieta completa con diálogos y todo ¿Verdad?, no. Ellos ya eran capaces de sustraer, abstraer y deshebrar sus vivencias por medio de dibujos claves. El poeta tiene la misma función. Va a decir sus vivencias, sus sentimientos y sus descripciones del mundo por medio de imágenes clave. Y así como las pinturas rupestres de los neandertales carecían de globos de diálogo, nuestros versos van a carecer de aquellos recursos de la narrativa que, al menos en este estilo, vienen sobrando.
No es lo mismo decir:
“Así, fue como abrí la puerta que me mi amada me cerró, y encontré su mirada fría indicándome su reproche”
A decir:
REPROCHE
“Mirada fría tras el cerrojo.“

¿Pueden observar la abstracción del mensaje? La frase anterior fue transformada en una sola imagen que lleva como título Reproche.
Aquí podemos entonces dejar claro que la poesía es más parecida a observar un cuadro, que a ver un cortometraje por ejemplo.
El poeta debe llevarte a una galería de imágenes con un fin común, el cuál se verá reflejado en el título de nuestro texto. Purgando nuestros versos de palabras, frases, artículos y auxiliares innecesarios. Solo dejamos el símbolo. ¿Qué es un reproche? Es una mirada fría tras el cerrojo. Así de sencillo.
Esto es lo que yo intento rescatar de los textos poéticos. No importa si rima o no, o si es un endecasílabo o un heptasílabo, lo que a los poetas les debe interesar es que su mensaje sea procesado y embotellado dentro del símbolo más adecuado.

ESTÉTICA

Existe una segunda cuestión en cuanto a la poesía. Como dije, es un arte plástico. Por lo tanto se vale de una materia prima, y dicha materia transmite un mensaje dependiendo de la forma en que se le de.
Esto no ocurre en una narrativa. Si en un cuento separamos dos palabras por 4 espacios, es considerado un error de dedo. No debe ser así, en la narrativa el mensaje se da a través de lo dicho, no de lo escrito. Permítanme hacerme más claro:
“–Pero ¡Julia!..............Yo te amaba.”
Aquí podemos observar el espaciado exagerado que se dio entre las palabras, esto en la narrativa es un error ya que existen maneras “correctas” de lograr esa separación y dar la misma impresión. De forma escrita pudo haber sido así:
“–Pero ¡Julia!... Yo te amaba.”
“–Pero ¡Julia! –Hizo una pausa para tomar aire.– Yo te amaba.”

Dentro de la poesía esto lejos de ser un error, ¡es un recurso!
Recuerden que la poesía tiene también un valor estético, y deben imaginar que la hoja es su lienzo, y que las letras son su pintura. Por lo tanto son libres de utilizar las palabras y su forma (En algo que se llama métrica) para su conveniencia. Así pues ustedes pueden utilizar la forma de sus palabras y sus frases como un recurso secundario o primario para dejar el mensaje deseado. Por ejemplo:
“Vida tras vida
muerte suave
como las hoja
........ s
.............. qu
................... e

................... c
............... a
................ e
.........................n.”
(Ignoren los puntos, dada la edición de HTML no hubo manera de poner las separaciones sin ellos, para ver el original visiten www.kundu.deviantart.com)



Como pueden observar la forma plástica del escrito es tan valiosa como el mensaje intrínseco que transmite.
Cada coma, cada signo, cada punto y espacio cuenta para darle a nuestro poema todavía más valor del que ya tiene sólo con lo dicho. Lo maravilloso acerca de la poesía es que cada signo de puntuación existente es utilizable para nuestra conveniencia. Dense la oportunidad de utilizar los signos en un poema y verán como adquiere un nuevo nivel, vamos, explórenlos ª!”·$%&/()=?¿*^Ǩ!° Todos son parte de nuestra pintura así como si usáramos un pincel distinto sólo para hacer ese efecto que deseamos y que sólo con él puede lograrse.


ÚLTIMAS RECOMENDACIONES

Para terminar este tutorial quiero recalcar el hecho de que no abarqué ni una décima parte de los estilos estrictos de poesía, pero lo he elaborado para que usen la poesía como la herramienta de expresión que es.
Mi único consejo en cuanto a forma, es que intenten no combinar un estilo muy obvio con otro. Cuestiones como la métrica plástica mencionada en el apartado anterior no funcionan muy bien en prosas poéticas.
Si vas a escribir con prosa, entonces que todo sea prosa poética, si vas a hacer que rimen, entonces justifica tu rima con otras más. Lo importante está en darle forma y unidad a tu texto.

Con esto doy por terminado este pequeño tutorial (muy general creo yo) de poesía libre.

Recuerden poner su alma en sus textos. De esa forma, los demás lo viviremos con ustedes.






Su amigo Kundu del Castillo

Tutorial Sólo para escritores




SÓLO PARA ESCRITORES

Durante mi estadía aquí en Deviant Art (DA) he tenido oportunidad, como dibujante, de encontrarme con un sin fin de tutoriales: Que para usar pshotoshop, para usar ilustrador, manejo de luces, como hacer un lineart limpio, como dibujar de cierto estilo, como colorear en otro y sigue la lista.
Sin embargo nunca he encontrado un tutorial que se trate acerca de la manera de escribir. Que te enseñe uno que otro truco para que después lo apliques tu mismo (que es lo que sucede con la mayoría de los tutoriales), o por ejemplo que te ilustre acerca de un estilo predeterminado.
Me gusta el arte en general, y entre mis varias pasiones además de ser ilustrador, se encuentra la de la escritura que, a mi muy personal gusto, es lo que mejor se hacer.
Recuerdo aquellos días cuando era primerizo en la escuela de escritores a la que asistía. Todos íbamos impetuosos con nuestros escritos que de manera autóctona habíamos elaborado, y al menos yo, iba confiado en que impresionaría a más de alguno. Error.
La cuestión era muy simple, técnicamente ninguno de los textos que se presentaron aquel día eran… Algo.
Si, las manzanas son manzanas cuando crecieron y se desprendieron de una rama de manera natural. Las ramas son ramas cuando salen desde el tronco y se llenan de hojas o se ramifican aún más. El tronco es un tronco cuando su cuerpo pasa a estar hecho de madera después de haber sido una planta, o un brote, y dicho brote haber salido de una semilla. La lógica es sencilla, todo tiene un orden, todo tiene una estructura, y no puede existir una manzana que salga de un brote directo de la tierra. O no puede haber una semilla con ramas, o un tronco que salga directamente de una manzana. Espero que mi ejemplo ilustre lo que intento decir, pues lo que aprendimos ese día fue que:
+Las manzanas son manzanas con todo lo que eso implica, los cuentos son cuentos con todo lo que eso implica, las novelas son novelas, los poemas son poemas, y un largo etc, con todo lo que implica ese largo etc.
Un problema que todos los autodidactas, como lo somos la mayoría (efectivamente me incluyo) es que escribimos de una manera visceral y autóctona, nos concentramos de una manera casi egocéntrica en nuestros propios pensamientos que salen como agua de nuestros dedos, lo cual es increíblemente valioso, pero cuenta con una desventaja, y es que el talento existe, pero sirve de poco si no está bien dirigido.
Algo que me costó trabajo aprender, es que de la estructura nace la originalidad. Uno puede agarrar una guitarra por ejemplo, rascarla durante horas y horas sin tutela de ningún tipo, y al cabo de un año probablemente puedas tocar ya muchas canciones. Pero mientras experimentabas con las cuerdas, te das cuenta de que cada cuerda tiene una nota, que cada traste hace subir o bajar la nota un tono o un semitono, que cualquier cuerda presionada en el quinto traste suena igual a la siguiente estando al aire. A lo que voy es, que no importa si se hace como pura experimentación, las cosas tienen lineamientos a los que inevitablemente llegas. Uno como autodidacta llegará indudablemente a ellos, pero la cuestión de los maestros es que aceleran ese proceso. Bien decía el buen Borges:
“Lo imposible es no componer, ni siquiera una vez la odisea. Nadie es alguien, un solo hombre inmortal es todos los hombres” Jorge Luís Borges – El Aleph.

¿Qué quería decirnos Borges con esto? Pues que no importa si estás tu sólo, vas a descubrir las mismas cosas, los mismos lineamientos, la misma ESTRUCTURA, aunque te tome más tiempo. En fin. Vamos entrando en materia ¿Les parece?

Lo hermoso del asunto es que una vez que conoces la estructura natural de las cosas, hasta entonces, y sólo entonces, ganas la habilidad de cambiarlas a tu conveniencia, y por consiguiente, de ser original. La cuestión está en conocer las reglas, para después torcerlas, romperlas, y arrojarlas por la borda. Sin embargo, esto tiene que hacerse cuanto tienes pleno conocimiento de lo que estás haciendo, no antes.
El problema que describí acerca de que los escritos no eran “Algo”, refiere a que, por ejemplo, mi cuento no era un cuento, carecía de algunos componentes en el que no lo dejaban clasificar como tal, tenía un poco de novela, pero de nuevo tampoco entraba en esa categoría, ¡Le encontraron un poco de prosa poética! Pero tampoco era esto último.
Había personajes, había un clímax, estaba bien redactado, era memorable en otros aspectos, pero la triste verdad es que no era nada. Si acaso pudiera haber sido clasificado como “Una idea bien escrita”, solamente.
Esto fue algo que no sólo me sucedió a mi, sino a todos los integrantes más nuevos. Alguna poesía que no era poesía, alguna prosa que no era prosa, etcétera.
En ese caso, la primera lección es, saber qué es lo que estás escribiendo.
Enterarte, saber, informarte de eso que quieres escribir. Muchos creemos que somos cuentistas, mientras que somos novelistas, muchos creemos ser poetas, mientras que lo que hacemos son prosas. Y en ese caso, o te das el título que en realidad tienes, o te enfocas en lo que quieres hacer. El único problema es que la falta de información trae consigo el hecho de que le agregas un poco de cada estilo a tu escrito, y termina sin ser una cosa o la otra, lo que muchas veces le resta calidad.
En ésta ocasión vamos a enfocarnos en los lineamientos del cuento clásico. Que es lo que la mayoría suele escribir (me incluyo).
Grandes exponentes del cuento clásico son: Jorge Luís Borges, Isaac Asimov, y Julio Cortazar. Sus cuentos son muy sencillos de conseguir y pueden ilustrar de mejor manera mis explicaciones.
Por qué el cuento clásico para comenzar. Decía de nuevo, mi muy citado Borges (parafraseando) que le era imposible escribir una novela, pues esta te obliga a llenar de “paja” las historias. Esto no es necesariamente verdad, pero muchos caen este paradigma.
Un cuento en el formato “clásico” está constituido de cuatro partes fundamentales, y que más tarde se subdividen consecuencialmente.
1.- GANCHO: Este no necesariamente tiene que ser el estricto inicio de la trama. Su función consiste en “Ganchar” al lector dentro de la lectura. Puede ser cualquier cosa, una frase, una escena, un dato histórico, o como en cierta obra, una toalla ensangrentada con un miembro adentro. Las posibilidades son infinitas realmente.
Ahora, dentro del gancho no se necesita dar una introducción detallada de los personajes, o una contextualidad, sin embargo esto último puede ocurrir después. El gancho está hecho para poder anclar al lector a lo que será la introducción de nuestro cuento y de nuestro conflicto.
2.- DESARROLLO: Aquí es donde das a conocer al personaje principal, el lugar donde se desarrolla la historia, otros personajes, y sobre todas las cosas, muy importante, IM-POR-TAN-TE… El conflicto.
Hablaremos acerca del conflicto y sus implicaciones hasta más adelante.
3.-CLÍMAX: Esta es la parte cúspide del cuento, y puede tener la forma que se le desee dar. Un clímax no quiere decir que tiene que haber una escena de acción del “Good Guy” VS “Bad Guy”, aunque es un recurso muy utilizado. La verdadera esencia del clímax se encuentra en la Confrontación del personaje principal con el conflicto. Lo escribiré de nuevo por si quedó duda “La confrontación del personaje principal con el conflicto”.
Insisto tanto en este punto pues a veces puede ser engañoso. Imaginen un relato de guerra, donde desde el mero principio del relato el personaje se encuentra en una constante lluvia de granadas, disparos, y NAPALM que cae del fuego con forma de lenguas de dragón. Bien, la escena anterior no es necesariamente el clímax. Puede que el clímax de mi cuento radique en una conversación con uno de sus compañeros donde expone las verdaderas razones por las cuáles no se atrevió a matar al soldado enemigo, o tal vez en un recuerdo de su triste infancia en donde se explica el porque terminó en esa guerra sin sentido, o si lo quieren más cliché, pues entonces puede ser cuando el soldado enfrente a el general enemigo a quien le tiene terror.
En el ejemplo anterior tenemos una escena de acción, o mejor dicho un cuento de acción, pero eso no significa que nuestro clímax va a contener todavía ¡más acción!. Como dije con anterioridad, el clímax trata de la confrontación del conflicto, de la resolución del obstáculo.
4.- DESENLACE: El desenlace es el cierre de la historia, aquí es donde se atan los cabos sueltos que el autor dejó en su paso por las otras 3 partes. Y se resuelve o no el conflicto.
En este tipo de narrativa el desenlace suele ser corto, funcionando casi como un epílogo, sin embargo (y como en todas las secciones anteriores) su longitud puede variar a placer, dejando un desenlace mucho más largo que el clímax o tal vez al revés.
Para estas alturas del cuento, el personaje principal debe haber resuelto o no el conflicto y las consecuencias del desarrollo se dejan ver.
También existen muchos tipos de desenlace, en donde las posibilidades también son más bien ilimitadas. Nuestro cuento puede terminar por resolver su motivo, o bien puede acabar en un final “inconcluso” dejando al lector a que imagine el final. O uno de esos finales cíclicos en donde terminamos de nuevo en el comienzo, aquí el autor decide como firmar su obra. ¡Sin embargo! Nota importante:
¡El final debe ser producto de la justificación de los eventos sucedidos!
Si se respeta es peculiar regla, el cuento por lo general resulta en un texto redondo y completo.
¿A que me refiero entonces con el producto de la justificación de los eventos sucedidos? Muy sencillo.
Veamos la siguiente escena:
Así fue como Sir Láncelot, después de 10 días de arduo esfuerzo en el furor de la batalla contra aquél dragón, cabalga victorioso hacia el horizonte, acercándose poco a poco a donde el sol devora las siluetas de las aves que se funden con él. Su cabello, aunque pesado por la sangre absorbida de su presa, revolotea con la fuerza de un viento que promete un nuevo futuro. Y justo cuando Sir Láncelot decide voltear una última vez para admirar el castillo que abandonará para siempre, él… ¡Es atropellado por un trailer de doble remolque que contenía combustible y muere en una explosión!
Ok… Seguramente pueden notar cuál es el error en la escena anterior. ¿Cierto?
La aparición de un trailer de doble remolque que ni siquiera pertenece a la misma época de nuestro personaje, es totalmente injustificada. No hubo un solo indicio en la narrativa que indicara que había un trailer en alguna parte. Ahora bien, este es un ejemplo muy exagerado, pero hay que cuidar que los desenlaces de nuestras historias sean en base a la justificación de todo lo que sucedió.
Si en el ejemplo anterior hubiera mencionado a lo largo del cuento, que no se… Láncelot era un viajero del tiempo, la posibilidad de la aparición de un trailer sería más verosímil. Lo importante es que hay que justificar cada elemento de nuestro relato.
¡Bien! Ya hemos visto las cuatro partes fundamentales de nuestra historia. Gancho (G), Desarrollo (d), Clímax (C) y Desenlace (D). Una vez que se tiene bien claro qué es cada cosa, y que lo dominamos, podemos comenzar a mover un poco el asunto para darle nuestro toque único. Si pudiéramos graficar la estructura del cuento sería algo así:

G----------d---------C---------D
Eso es un cuento en una forma balanceada. Pero hay que admitirlo, es un tanto aburrido. Pero una vez que hemos aprendido esto, podemos modificar dicha estructura, y probar nuevas variantes:

G-d------------------------C-D
En el ejemplo anterior, nuestro clímax está casi al final, después de un largo desarrollo que sirvió de preámbulo para una explosión en la cúspide, y que termina abruptamente. O quizás podamos explorar aún más opciones:

G-d----C---------------------D
¿Se imaginan este cuento? Un gancho que te atrapa, un desarrollo corto y directo al punto, y de pronto ¡Boom! Un clímax que sube de intensidad. Pero entonces, el autor comienza a extender el clímax y a reducir su intensidad sutilmente, hasta que culmina en un desenlace más elaborado. Pero sigue sin ser lo suficientemente arriesgado para mi gusto:

GD----d--------------------C-D
Este ejemplo es algo ligeramente más complejo. Aquí podemos observar una historia donde se inicia directamente en el desenlace (que sirve como gancho) luego hacemos un salto hacia el desarrollo que se lleva normalmente, aumenta su intensidad en un clímax y de pronto nos damos cuenta que estamos de vuelta donde iniciamos, explicando y justificando el inicio.
Esta estructura puede variar de maneras infinitas y (si el autor lo desea) complejas. Conforme uno como escritor va tomando confianza, se puede dar la libertad de jugar con estos elementos a placer, siempre y cuando ¡ y sólo cuando! Todas sus partes estén en su lugar.
Para ilustrar mi explicación les invito a leer “La última pregunta” de Isaac Asimov.

Ahora pasemos a otras cuestiones igual de importantes: El protagonista, y el conflicto.
Estos dos elementos se debe tratar juntos, pues van de la mano. Uno no puede existir sin el otro. Sin embargo sus formas individuales si pueden cambiar.

CONFLICTO

Una vez, nos asignaron al grupo y a mi, escribir un cuento para el concurso Julio Verne de hace un par de años.
Tenía casi tres semanas para escribir un texto contundente, y para colmo, estaba en mi elemento: La ciencia ficción. Sin embargo, me encontré con un problema mayúsculo. Tenía un mundo donde desarrollar la historia, tenía un protagonista, tenía a los demás personajes, incluso había desarrollado un perfil psicológico completo y brillante del protagonista. Sabía como quería iniciar la historia, y sabía como quería terminarla. Técnicamente lo tenía todo, y no podía colocar la pluma sobre el papel gracias al único elemento que me hacía falta. El conflicto…
El conflicto es la esencia de nuestro cuento, es el motivo de nuestro desarrollo, y es el núcleo de nuestro clímax. Sin él no existe desenlace tampoco. En otras palabras: Sin conflicto no hay cuento.
Nuestro personaje necesita un motivo para trasladarse desde un hipotético punto “A” a un punto “B”. No puedes comenzar a escribir si tu(s) personaje(s) no tiene(n) un conflicto. Es la motivación del protagonista, y es el objeto central de nuestro clímax.
Después de dos semanas y media, por fin (mientras meditaba en la ducha) di con el conflicto de mi personaje. Teniendo tres semanas, tuve que escribir todo en sólo 3 días, teniendo un día para escribirlo, y dos para corregirlo. Sin embargo, todo valió la pena, pues el conflicto resultó encajar a la perfección con el resto de los elementos que ya tenía, resultando en un texto de calidad y muy aplaudido.
Como ven, el conflicto por si mismo, puede definir el texto a pesar de todos sus demás componentes.
Como un ejercicio, tomen cualquier cuento (filme o novela) y traten de sustraer el verdadero conflicto. Algunos conflictos pueden ser explicados en pocas palabras, y otros no tanto.
¿Cuál es el conflicto en digamos la serie animada Dragon Ball? La respuesta para esta es sencilla: Salvar al mundo.
Un poco más difícil ¿Cuál es el conflicto de Amelie? El conflicto aquí consiste en que la protagonista se dedica a ayudar a los demás, y es incapaz de ayudarse a si misma.
Aún más complejo ¿Cuál es el conflicto del cuento “El Aleph” de Borges? Este no se los diré, ya que descubrir el conflicto, es de hecho echar a perder el final. Es un cuento sencillo de encontrar, y más o menos corto. Les recomiendo buscarlo.
Hay veces que la trama completa gira alrededor de saber cuál es el conflicto, lo cual es un recurso que se puede explotar si se es lo suficientemente hábil.
Ahora bien, digamos que tenemos un conflicto. Pero ¿y si no hay protagonista?
Vamos a ponerlo claro:
LA FUNCIÓN DEL PROTAGONISTA ES LA DE RESOLVER EL CONFLICTO.
Muchas veces nos vamos a encontrar en una situación contraria a la que describía. Teniendo un conflicto, pero careciendo de un protagonista. Necesitamos un vehículo para nuestro conflicto y su resolución. Alguien que nos sirva de receptáculo de nuestro motivo. Vamos a tomar a un personaje y lo vamos a dotar de un problema, de una motivación, de un conflicto que rige su vida literaria.
Pero así como nuestro conflicto puede tener cualquier forma. Nuestro protagonista pude también ser cualquier cosa.
Puede que nuestro protagonista sea como dije, un faro de recepción de todos los problemas que querramos causarle al pobre. O puede estar ahí sólo para vivir un conflicto que ocurre a su alrededor.
Podemos tener a un grupo de personas que sean nuestro protagonista, un país, un animal, una tostadora, no importa. Debemos tener a aquel que va a cargar con nuestro conflicto. Pero igual de importante, necesitamos un ANTAGONISTA.
El antagonista no es el malo de la película necesariamente. No es el Big Boss de nuestro cuento. El antagonismo representa los obstáculos que enfrente nuestro protagonista, y que le impiden llegar a resolver su conflicto. Veamos un ejemplo:
Una vez, había un niño cuyo mayor anhelo era el de volverse millonario. Un día decidió comprar un boleto de lotería, y ganó. El niño vivió felizmente el resto de su vida. FIN
Como pueden notar, el pequeño relato anterior, carece de antagonismo. Había un protagonista, había un conflicto, pero no había nada que impidiera que el protagonista lo resolviera. ¿Pero qué tal si hubiera otro niño que se dedicara a robarle todos los boletos de lotería que compra? O que dado su estilo de vida, siempre que llegara a la tienda la encontrara cerrada y tuviera que idear una forma de entrar. O mejor aún, que después de volverse rico, descubriera que el dinero lo hace infeliz, transformando el motivo en el antagonista.
Es importante definir estas cuestiones ya que son las que le dan la consistencia al desarrollo.

Así mismo, tanto nuestro protagonista como nuestro conflicto actúan íntegramente con las partes de la estructura del cuento que se revisaron la sección anterior.
Nuestro gancho nos debe arrojar o apuntar de alguna manera hacia nuestro protagonista, no importa en que parte del cuento le encuentres esta relación.
Durante el desarrollo, se deben presentar tanto al personaje como su conflicto, o sus múltiples conflictos. Aquí mismo puede ocurrir lo que se le denomina un “giro” de la historia, donde un pequeño clímax ocurre y viene a cambiar el sentido de la historia y posiblemente traer nuevos conflictos. Puede haber tantos giros se deseen, siempre y cuando todos se resuelvan tarde o temprano.
Cuando por fin hemos llegado a nuestro clímax, el protagonista, o su representación según sea el caso, debe enfrentarse contra el conflicto, debe superar el obstáculo final, debe resolver su motivación, lo cual puede terminar en un nuevo giro tal vez, y después dirigirse hacia la conclusión.
En el desenlace, se atan los cabos que el protagonista y el antagonista fueron regando a través de la historia, y se decide si el conflicto fue resuelto o no.

LOGÍSTICA

Ok, hemos revisado el cuento con un protagonista y un conflicto. Pero hay muchos otros pequeños elementos a los que ponerle atención. Como la ambientación, co-protagonistas, personajes secundarios, personajes incidentales, y un largo etcétera. Sin embargo éstos no van a ser explicados aquí.
En cuanto a lo anterior sólo hay que seguir una sencilla regla. ¡Justifica!
Así es, si vas a poner a una anciana vendiendo manzanas, esa anciana tiene que ver de alguna manera con el resto del cuento.
Si el protagonista observó un anuncio y lo leyó en voz alta, o para sus adentros, pues entonces el mensaje del anuncio debe ser importante de alguna manera.
Llenar de descripciones innecesarias nuestro relato, o en su defecto, llenarlo de diálogos igual de innecesarios, sólo provocan que el texto se llene de la mencionada “Paja” y causa que se pierda el ritmo. O que simplemente te preguntes al final de todo ¿Y la anciana esa qué?
Si vas a colocar algo, entonces que ese algo sirva. Es todo lo que hay que decir para esta sección.

DURACIÓN

Muy bien, llegó la hora, la pregunta que muchos se hacen: ¿Cuánto dura un cuento corto?
Comenzaré diciendo que a pesar de llevar el nombre de cuento “corto” su extensión puede variar indefinidamente.
Los más aferrados y cuadrados dicen que un cuento puede durar hasta 30, 000 palabras. Más o menos diez veces la longitud de este artículo. Otros dicen que tiene que ser de 2, 000 palabras. La verdad es que no existe una longitud clave en el cuento corto. Más bien trata de una cuestión más delicada: La suficiencia.
¿Qué es corto? ¿Qué es largo?, ¿Consideran a caso que la biblia tiene “relleno o paja”? ¿Acaso puede tenerlo?
La cuestión de la longitud es algo relativo. Pero lo de la suficiencia no lo es.
Un cuento puede ser considerado como tal mientras no tenga más de lo que debe tener. No existe un cuento breve, sino un cuento suficiente.
Es más o menos como lo que mencionaba acerca de los personajes y diálogos secundarios. Mientras cada elemento del texto, sea apropiadamente justificado, eso quiere decir que dicho elemento no puede ser eliminado o se perdería el sentido del cuento, o habría un cabo suelto por ahí, lo cual uno como escritor no quiere.
Mientras todo en el relato tenga una razón de ser, entonces se está siendo breve. Pues se está poniendo lo que se tiene que poner por fuerza. No más, y no menos.
Piensen en alguna oración. La que gusten, digamos:
“El respeto al derecho ajeno, es la paz” –Don Benito Juárez
Esta frase esta factorizada hasta su expresión más simple y mínima, lo cuál hace que sea una frase breve, una frase suficiente, y por tanto corta.
Bien podría haber dicho: “Si todos nos respetáramos los unos a los otros, entonces entenderíamos que no tenemos derecho a meternos en la vida de aquel que ejerce sus derechos como uno mismo, y por tanto dejaríamos de pelear” Pero no… Hay muchas cosas en esta frase que pueden ser eliminadas, suprimidas, cambiadas, acortadas, de muchas maneras, hasta dejar simplemente lo que es esencialmente necesario.
O imaginen que a la primera frase, le sustraemos cualquier parte:
“El derecho ajeno es la paz” Eso no es necesariamente verdad, se trata de respeto. Intentemos de nuevo:
“El respeto es la paz” Suena bien, pero se pierde el mensaje diplomático que el buen Juárez quería transmitir.
Lo mismo ocurre con los cuentos, mientras logremos reducir nuestro relato a su forma más simple, entonces, sin importar su extensión, seguiremos siendo breves.
Es tu deber como escritor encargarte de que no le sobre ni le falte nada a tu texto.
LA DIFERENCIA…
Esto nos lleva por fin, a la diferencia entre los géneros.
Es necesario saber todo lo anterior para poder discriminar y discernir el tipo de texto que estás escribiendo.
La novela cuenta con una estructura casi idéntica a la del cuento clásico. Sin embargo, la novela cuenta con la peculiaridad de que pude haber más de un protagonista, puede haber más de un conflicto. Revisen sus libros de Harry Potter (si es que lo leyeron) y pueden darse cuenta de que en cada libro hay un conflicto distinto, y un conflicto global que abarca los 7 libros.
O por ejemplo, en la novela existen conflictos en diferentes planos. Como un conflicto social, donde el guerrero necesita liberar a su pueblo, y al mismo tiempo tiene un conflicto emocional, donde en el trayecto de la resolución del conflicto social, también debe resolver sus problemas de pareja, o encontrar el verdadero amor. Y puede haber cuantos conflictos se le ocurran al autor.
Hablando de la extensión de la novela. Hay novelas que son consideradas ambas cosas, Cuentos y novelas, por la cuestión de la suficiencia. Existen libros que cumplen también con los requisitos del cuento.
Otros textos son ridículamente pequeños, como por ejemplo “El dinosaurio” de Augusto Monterroso. Lo transcribiré aquí mismo:
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí”
¡7 Palabras! Y se le considera cuento. Sin embargo el señor Monterroso es tan hábil con la utilización de todo lo antes mencionado, que ya no juega con las reglas, sino con el lector. Un paso más allá de la genialidad. Y te obliga con esas pocas palabras, a imaginarte un gancho, un desarrollo, y un clímax, en cuestión de un segundo. Dándote únicamente una pequeña parte del posible desenlace. Hay que ser un genio para esto, sin duda.
Una diferencia más, radica en que la novela está pensada y escrita para poder leerse en etapas y poder continuar en otro momento. Mientras que el cuento generalmente debe leerse de corrido o se pierde la intención. Basta leer a José Saramago en “Intermitencias de la muerte” para darse cuenta de lo largo que puede ser un cuento, y de verdad no querer dejar de leer por miedo a perder el hilo.

Con esto termino este artículo/tutorial acerca del cuento, y los dejo con un pequeño esquema que puede serles útil para cuando estén planeando escribir un cuento, y lo pongo a manera de check list:

Nombre del personaje:
Universo donde vive:
Tiempo donde vive:
¿Qué es lo peor que le puede suceder?
¿Qué es lo mejor que le puede suceder?
Conflicto:





Gracias por la lectura.


Kundu del Castillo

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Relatos de un cuervo

Relatos de un cuervo
Sin ser humano, se decidió por fin a dar vida a la razón.

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Existen una minoría en este mundo, de personas que se quedan admirados de su propio pensamiento, y no obstante, que se dan cuenta de la peculiaridad de esa cualidad como especie que tenemos, de conocer y pensar sobre nuestro nuestra propia situación llamada existencia. Me considero una persona al tanto de la belleza que nos rodea, al tanto de los diferentes mundos que existen dentro de las mentes de los otros. Y gracias a eso, me he convertido en una persona en constante búsqueda de aquellos que parecen brillar y resaltar de entre una multitud de indiferencia, y tal vez ignorancia hacia la naturaleza que nos rodea. A través de este medio, quisiera idealmente hacer saber, mi lado menos humano, y por lo tanto, más natural, con la esperanza de que por un instante dejen a un lado su humanidad y se dediquen a observar, a pensar, y saborear las texturas de la subjetividad.

Por ejemplo, si vienes a visitarme todos los días a las cuatro de la tarde, desde las tres ya estaré felíz.

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